A mi me gusta pensar que es así. He leído que la esencia de todo es energía en continua movimiento. Por eso creo que la muerte no existe. Me reconforta imaginar que somos “chispitas” de esa energía eterna que conforma el Universo, que lo que llamamos muerte es en realidad un cambio de estado, como cuando el agua se convierte en vapor.
Cambiamos de estado al venir aquí, cuando nacemos, y volvemos a cambiar cuando nos vamos. En el sueño que tuve al final del primer año de duelo, Ignasi me dijo: “mamá, nuestra relación es eterna, que más da que uno esté arriba y el otro abajo, eso ya nos ha sucedido muchas veces, no debería importarte. En la tierra coincidimos el tiempo que coincidimos, unas veces te vas antes tú y otras yo, pero no por eso dejamos de estar unidos”. A mi me gusta pensar que eso es así, que las personas que queremos son nuestros compañeros de viaje hasta la eternidad, que nos vamos reencontrando en el camino, algunas veces aquí y otras allá. En los dos lados contamos con gente que nos quiere.
mercé, da gusto leerte, en el proceso de duelo que estoy llevando una de las cosas que me hacen mejorar es leerte, conectarme a internet y rapidamente entrar en tu blog a ver lo ultimo que has escrito, no lo dejes nunca, no dejes de enseñarnos tus pensamientos y tu forma de ver la vida, a veces te envidio por lo "bien" que veo que estas, lo claras que tienes tus ideas, ojalá algun dia este tan bien como tú, ahora mismo siento decir que estoy viviendo un infierno y hay veces que me cuesta "creer" todas estas cosas tan bonitas que dices, esas cosas como que al final de nuestros dias volveremos a encontrarnos con nuestros hijos allá donde estén, ó que con el tiempo se puede volver a vivir y tener nuevas ilusiones, en fin, ahora mismo todas esas cosas preciosas que dices y que sientes me encanta leerlas y de verdad que hago un esfuerzo titanico en creerlas, pero me cuesta muchisimo porque es tanta la pena y rabia que siento que me destroza la vida y me impide si quiera imaginarme que tendré nuevas ilusiones o que simplemente volveré a vivir, porque ahora mismo lo que estoy es sobreviviendo, un saludo y gracias por escucharme.
ResponderEliminarbonitas que dices,
Hace más de 11 años que se fue Ignasi y, durante este tiempo, te aseguro que he pasado muchos días viviendo en el infierno. Eso, precisamente, es lo que me ha permitido reconocer mis miedos, y acercarme a mis heridas. El trabajo con uno mismo no termina nunca, a mi me parece que estamos aquí para aprender hasta quev llegue el último suspiro.
ResponderEliminarTú estas en el dolor desgarrador de los inicios, emprendiendo el camino que te lleva a conocerte, a contactar con tu esencia. Procura liberarte de la rabia, ese es uno de los primeros trabajos.
Un abrazo grande,
Mercè
Querida Mercè, me encanta leerte; acercarme a tu magia me ayuda a conectar con la mía cuando me olvido de ella, cuando me alejo de mi misma. Un amigo dice que somos todos como velitas, cuando se nos apaga la luz alguien puede ayudarnos con la suya a volver a prender la nuestra. Tu me has ayudado muchas veces a encender mi velita. Hace dos años que navego por este mar, dos años de la muerte de mi hija, y todabia me asombro que la tempestad de mis emociones no haya tumbado este barco... Siento mi cuerpo cansado. Pero tambien en estos dos años han habido momentos de un amor asombroso, un amor que nunca sentí antes, supongo porque esta muerte me ha desnudado como nada lo hizo antes, sin mascaras, sin nada más que YO MISMA frente a tanto dolor. Mi nena me está enseñando unas lecciones increibles, es mi pequeña gran maestra.
ResponderEliminarGracias por compartir con nosotros, por ayudarnos a encender nuestra luz.
Sandra.
Querida Sandra,
ResponderEliminarMil gracias por tus palabras. Tú luz enciende también mi velita, reconforta mi alma con el calorcito del amor compartido, no solo hacia nuestros hijos, nuestros verdaderos maestros, como bien dices, sino hacia la VIDA, aunque a veces duela.
Gracias de corazón, sin conocernos nos queremos y eso es maravilloso.
Mercè
Mercé,cada vez lo voy teniendo más claro, la muerte, como tú bien dices no existe. No es más que un cambio a algo distinto que nuestra parte consciente desconoce, pero que nuestra ALMA sabe muy bien lo que es. Estoy leyendo un libro escrito por Vicent Guillem "Las leyes espirituales" que me reconforta mucho porque algo dentro de mi conecta con lo que él dice. No tiene nada que ver con la razón, es algo más profundo lo que me dice que hay mucho de Verdad en lo que estoy leyendo. No se si lo conocerás pero se puede descargar gratuitamente por Internet entrando en su blog : lasleyesespirituales.blogspot.com
ResponderEliminarQuería compartir ésto contigo y con todas las personas que leen este blog porque a mí (y a mis padres) esta visión de la VIDA nos ayuda a sobrellevar "un poco mejor" la muerte de mi hermano.
Un beso para los papás y mamás y en especial para tí Mercé.
Mayte
Buenos días Mayte,
ResponderEliminarAyer empecé a leer el libro de Vicent Guillem y no puedo parar. Voy más o menos por la mitad y estoy disfrutando mucho. Dios mío cuanto nos queda por aprender!!
Gracias por recomendármelo.
Besos,
Mercè