En un curso de medicina cuántica al que asistí hace años, el Dr. Arrieta explicó que la alegría es una elección personal. Tardé tiempo en darme cuenta del valor de esta afirmación. Yo creía que las personas nacemos más o menos alegres, pero sobre todo pensaba que sentir alegría estaba relacionado con algo grato que nos sucedía. Como si la alegría fuese una emoción que necesitara siempre de una motivación exterior para ser sentida. Pero no es así. He podido comprobar que es posible sentirse alegre por decisión propia, sin motivo aparente. La alegría nace de nuestro interior y tiene una fuerza tremenda, una luz potente capaz de disipar la oscuridad. No hay que cerrar nunca las puertas ni a la alegría, ni al sentido del humor, sobre todo cuando las circunstancias nos son adversas. Escoger la alegría es una declaración de principios, es una elección de vida que nos otorga poder personal, nos centra, nos acerca al amor, a nuestro yo más sagrado. Hay que practicar la alegría, recordarla, invocarla hasta sentirla.
viernes, 8 de enero de 2010
ELEGIR LA ALEGRÍA
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Hola Mercé:
ResponderEliminarEs increíble, en estos momentos estaba haciendo balance de estos últimos días y concluía que, a pesar de este hondo dolor, me sentía bien y en paz.La clave para ello(me decía a mi misma)no es otra que decidir estar alegre...así, sin más.Siempre he sido una persona con gran sentido del humor, pero buscando la perfección en todos los órdenes de mi vida, algo inalcanzable y que me producía grandes insatisfacciones o, al menos,yo así lo entendía.Tras la partida de Pepe no busco ni ansío nada, sólo vivo y, mientras lo hago, procuro no perder la sonrisa. Disfruto del presente como nunca antes lo había hecho,porque es tanto el amor acumulado y el que aún me transmite mi hijo que nada ni nadie puede impedir que lo expanda enviando señales de gratitud, comprensión y alegría. Sí, ahora cuando sonrío, mi sonrisa es doble... la suya y la mía. Mi hijo vive en mí y ahora practico su modo de ver siempre la vida como si fuera..."la botella medio llena".
A mis hermanas les escribí un sms por Navidad donde les transmitía este sentimiento, leer tu comentario en el blog me ha reconfortado mucho.Gracias
Un beso fuerte.
Hola Mercé
ResponderEliminarAyer dia 8 de Enero mi hijo Borja cumplio 9 años,paso un dia muy feliz y yo sentí alegria por él a la vez que una profunda tristeza por que su hermana no estaba sentada al lado suyo cuando el soplaba las velas,al menos no podiamos verla aunque todos sabíamos que estaba con nosotros,pero su ausencia se hizo mas presente durante todo el día.
Un beso
Hola Susana, bonita,
ResponderEliminarLa alegría que sentiste es el mejor regalo para tus hijos, para los dos. Siempre que puedas procura hacer grande esa emoción. La tristeza hay que sentirla, no podemos eludirla, no nos haría ningún bien, pero la alegría también.
Un abrazo muy grande,
Mercè
María José, cariño,
ResponderEliminarPara mí siempre es una alegría saber de ti. Gracias por tus palabras.
Un abrazo, fuerte,
Mercè
Hola Mercé:
ResponderEliminarHace tiempo que leo tu blog, lo encontré buscando en internet algo sobre el duelo por la muerte de un hijo. También estoy leyendo tu libro.
Mi hijo Adrián murió en accidente el 29 de Abril de 2008. Tenía 29 años y era el pequeño de dos hermanos. Dos chicos espléndidos, cultos, educados y trabajadores. Fué un hachazo. Desde entonces, ni su padre ni yo vivimos. Solo estamos en este mundo. Comemos, hacemos ejercicio, viajamos algo. Pero todo sin ilusión y eso no es vivir. No sé si llegará algún día en que volvamos a sentir algo de alegría o ilusión. De momento no somos más que una pareja de muertos vivientes.
Sólo encuentro algo de tranqilidad cuando hablo con padres de hijos muertos. Por eso leo tu blog y tu libro y por eso quiero darte las gracias. Yo también le escribo a mi hijo, pero solo son cosas tristísimas. No se me ocurren otras.
Gracias Mercé.
Hola Mariaje,
ResponderEliminarNo hace ni un año que se fue tu hijo, es muy poco tiempo. Ten paciencia contigo misma. Piensa que a Iván le gustaría verte alegre, aunque solo sea de vez en cuando.Si fueras tú la que te hubieses muerto, seguro que te sentirías mejor si los percibieras felices. A él le ocutrre lo mismo.
Un abrazo grande y cálido,
Mercè
Mariaje, cariño, me confundí antes, hace casi dos años que se fue Ivan, pero sigue siendo poco tiempo. Los primeros años son muy, muy difíciles, pero siempre es posible tener destellos de luz.
ResponderEliminarUn beso,
Mercè