Recuerdo que de pequeña de vez en cuando me dolían las piernas, justo por encima de la rodilla. Cuando se lo decía a mi madre, me respondía: eso es que estás creciendo. El dolor del alma también va unido al crecimiento. Es hermoso ver cómo las personas renacemos después de atravesar, cada una a su manera, duelos inmensos. Hay un antes y un después de esas sacudidas tremendas que te voltean entera y te dejan frente a la nada. Poco a poco emerge una nueva piel y nacen en nuestro interior brotes de alegría, de amor, de serenidad… Esos brotes crecen con tal fuerza que son capaces de aguantar nuevas tempestades. Es hermoso ver reflejada la paz en las caras antes desencajadas. Es hermoso amar la vida.
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Hermosas palabras,Mercé.Me ayuda mucho leerte y reelerte, porque en mis momentos bajos,que gracias a Dios cada vez son menos, me agarro a lo que mi alma me grita:"sigue, sigue, no retrocedas...la vida merece la pena...". Entonces, compruebo que lo que nace en mi interior, esa ilusión renovada, no es producto de la locura porque tu experiencia, así lo corrobora.El otro día pensaba que, gracias a las nuevas tecnologías, las personas que pasamos por estos duros trances podemos sentirnos, en cierto modo, afortunadas. Así, el poder estar más cerca unas de otras e intercambiar vivencias,nos ayuda a atravesar el duelo con la certeza de que no estamos solas; que esto ocurre, que la muerte existe y forma parte de la vida... pero que debemos continuar sin culpas,sin temores...Nadie se va para siempre, permanecen en otro lugar,para mí, creyente, junto a Dios, pero para quienes no lo son, en otra "dimensión" y, desde allí, nos envían fuerzas para seguir luchando...AY!!Cuántas personas en otros tiempos, donde no existian tantos medios de comunicación, se habrán quedado atrapadas en su duelo???.
ResponderEliminarGracias, muchas gracias y un fuerte abrazo
MªJosé
Gracias a ti, María José, por estar ahí, como un ejemplo de cariño, de voluntad de estar en la vida y expandir el amor que nunca has dejado de sentir, ni en tus noches más oscuras.
ResponderEliminarUn beso
Mercè