22 de julio de 1999
(Jueves-mañana)
Algunos días son más nostálgicos que otros. El cuerpo queda reducido a la mínima actividad y la mente se distancia. Me pierdo en los recuerdos. Me invade una somnolencia suave y me alejo.
Buenos días tristeza. Hoy eres tú mi compañera. Me dejaré guiar por tu mano a dónde quieras. No voy a luchar contra ti. Tienes tanto derecho como otras emociones a invadirme. Pasaremos el día juntas. Con movimientos lentos, las dos permanecemos sentadas, como ausentes. Pero es posible que, como ha ocurrido ahora, llame a la puerta alguien. Delante de la fuerza de Adelina, madre reciente, te desvaneces... aunque no tardas mucho en reaparecer. Es tu día, lo sé. La visita de Adelina ha sido corta y volvemos a estar solas. Sin pasión, hablamos de antes, del bullicio que había en casa, de la alegría que desprendían mis dos hijos juntos. De la música a todo volumen, de los partidos de fútbol en el recibidor, de las risas, las peleas, los proyectos... De la energía de Ignacio inundándolo todo. Y de repente el golpe seco, la despedida, el silencio. El contacto con una realidad nueva, desconocida, complicada. El dolor hondo de la ausencia y por encima de todo la voluntad de seguir adelante, de comprender, de aceptar.
Acurrucadas las dos en el sofá esperamos que pase el tiempo. Es lo único que podemos hacer hoy para deshacer el nudo, la congoja, el miedo.
Cuando tú, tristeza, te hayas ido será distinto. La mente y el cuerpo despertarán, y la luz encenderá la vida. Entonces volverá a reinar la claridad, la esperanza, el amor y la existencia fluirá con facilidad y dulzura.
yo perdi a mi hijo diego en la plenitud de su profesion hace 9 meses y desde entonces solo conozco a la tristeza y a la angustia como unicas companeras, solo estoy en este mundo por los demas hijos pero yo que le tenia terror a la muerte solo espero que llegue ese momento para estar junto a el.
ResponderEliminaraca estoy siempre junto a su foto quiero una muestra que se pueda tomar como indicio que esta cerca mio soy egoista pero solo pienso en el.
ResponderEliminarpor mucho tiempo transcurrido, la perdida de un hijo en ciscustancias no deseadas (accidente) es un trauma eterno, por mucho que nos digan siempre tenemos esa tristeza y ese sentido de culpa.
ResponderEliminaryo perdi un hijo con tan solo 15 años en una tarde de primavera, desde entonzes solo pienso cuando llegara mi dia para estar junto a el estoy consado de esta vida de todo lo que me rodea
Entiendo que es un evento por demás triste, pero madres, padres no se olviden de los hijos que aún les vivimos.O esperarán a el día q estemos muertos para darse cuenta de que aún existiamos?.
ResponderEliminarMi hermano el más pequeño murio hace un año en un accidente automovilístico,durante el sepelio estábamos los hijos que le sobrevivimos a mi madre, pronto descubrí que jamás se dio cuenta de que estábamos con ella. CUAN CULPABLE ME SIENTO DE NO HABER MUERTO YO.
ResponderEliminarcuan triste es mi vida solo deseo que llegue mi hora y estar con mi hijo
ResponderEliminarMadres no lloren más,déjenlos ir, libérenlos ellos no podrán descansar si las ven sufriendo así. Ayúndelos a encontrar la paz,denles mucha luz para que puedan seguir su camino. Ellos sólo buscan descansar. Un abrazo cálido para cada una de ustedes y que la vida les llene de esa enorme fortaleza que sólo ustedes nuestras MADRES son capaces de tener. LAS AMO.
ResponderEliminarGracias
ResponderEliminarla verdad dicen que el tiempo cura las heridas pero nunca se pueden cicatrizar cuando fallece un hijo, mi querido Rodry se me fue hace 3 años a la edad de 7 añitos era un niño muy bueno y sobretodo amiguero, me duele tanto que no este y no pueda estar al lado de sus hermanitos menores que estoy seguro lo amarian como lo hice yo. Lo unico que me consuela es que de seguro ha de tener miles de amiguitos alla en el cielo y que no estara cuidando siempre. te amo Rodry. atte tu Papà
ResponderEliminarPapá de Rodry es totalmente cierto la herida siempre está allí, es tan difícil dejarlos ir. Si de algo sirve vaya un pequeño consejo (NO CALLE NI DISIMULE SU DOLOR, déjese sentir , toque la herida dígase cuánto le duele la partida de su pequeño angelito, llore lo que tenga que llorar ... darle frente al dolor, mirarlo directamente ayuda a mitigarlo.
ResponderEliminarUn abrazo