Más que tristeza es nostalgia lo que provocan en mí los colores de noviembre. Desde la ventana, veo como la tierra se va adormeciendo y las hojas doradas y marchitas alfombran las calles. A partir de hoy, a las 5 de las tarde ya será casi de noche y pronto, demasiado pronto, brillarán por toda la ciudad las luces de Navidad. ¿Qué voy a hacer? No quiero que la nostalgia se instale en casa, como ha hecho otros años, y lo llene todo de tiempos pasados. Estoy dispuesta a compartir con ella algunos ratos, tal vez alguna tarde entera, pero también quiero vivir este otoño, el mío, el único que tengo ahora, con el corazón alegre. Es cierto que a Ignasi dejé de abrazarle un mes de diciembre, que la Navidad está ya a la vuelta de la esquina. Pues bien, precisamente por eso, voy a empezar a coser una manta de patchwork, hecha con pedacitos de cariño. Me propongo crear cada día algo bonito y cuando tenga muchas cosas hermosas, las iré cosiendo. Esa manta, hecha de retales de pensamientos alegres, de sonrisas, de ilusiones, de nuevos abrazos, de guiños cariñosos a mis hijos, a mi marido, a mis amigos, a todas las personas que amo y están lejos, me dará calorcito. Y cuando llame a mi puerta la tristeza la abriré, claro, pero llevaré conmigo la manta puesta.
domingo, 31 de octubre de 2010
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Que precioso proyecto Mercè, otra forma para recordar momentos bonitos...me dieron ganas de copiarte la idea.
ResponderEliminarHace unos dìas leì en tu blog no se si fuè tu primer post pero contabas tu historia y realmente me quede unos minutos en silencio con los ojos hùmedos, siento mucho la gran pèrdida que sufriste pero a la vez aunque no te conozco en persona en este blog se respira calma y amor hacia tu hijo..no podìa ser de otra forma, si el amor no se termina con la muerte...
Un abrazo a la distancia!
Que bonita alegoría Mercé,nos enseñas a construir desde lo único que se puede, desde el amor. Yo también he pasado una semana con tristeza pues el 27 de octubre mi Àlex hizo 9 años y es su primer cumpleaños lejos pero he sacado fuerzas de mis adentros con amor y agradecimiento por todo lo que nos dejó que guardamos como grandes tesoros en nuestros corazones.
ResponderEliminarUn beso
Carmen, la fotaleza que encierran tus palabras me reconforta. Son un maravilloso retal para coser en mi manta. Esa manta que me gustaría que fuera la de todas. Gracias.
ResponderEliminarCeci, cuantas más mantas de cariño hagamos cada una, más abrigadito estará el mundo. ¡Así que ya puedes copiar la idea!
ResponderEliminarBesos, preciosa