domingo, 9 de mayo de 2010

PARA MARINA

Marina, a quién conocí en la Fundación ACONPANYA CA N’EVA, vive en Cadaqués, con su marido y su hija Sandra. Marina añora terriblemente a su otro hijo, Marc, que murió a los 14 años en un accidente de moto. De eso hace tan sólo dos años. Marina me ha escrito para decirme … “Mercè, me irè de esta vida sin tener a mi hijo físicamente a mi lado, sin haberle visto crecer. Mis ilusiones respecto a mis hijos se han quedado reducidas al 50%, solo podré ver, crecer y descubrir la vida con Sandra, Marc se lo ha perdido todo!! aún me pregunto porqué. No entiendo nada de esta vida… y no creo en otra”.

Marina, yo no puedo darte certezas científicamente comprobables, no sabría cómo hacerlo, pero sí puedo decirte que he aprendido a vivir después de la muerte de Ignasi. Lo he hecho por mí, por las personas que quiero, estén o no estén aquí. Yo tengo dos hijos, uno arriba y otro abajo. Nada ni nadie puede quitarme el amor que siento por ellos. El proyecto que representaba Ignasi al nacer es distinto al que me había imaginado, es verdad, pero mi ilusión por él sigue formando parte de mi vida. No puedo abrazarle ni verle, pero seguimos manteniendo una relación entrañable. Lo siento cerca cuando tengo el corazón alegre, cuando estoy bien y amorosa. Y cuando estoy triste, el amor que compartimos me da fuerza. Marina, las dos sabemos que Marc e Ignasi fueron felices desde que nacieron hasta que se fueron. Muchas madres no pueden decir eso y sin embargo algunas de ellas consiguen encontrarle sentido a sus vidas. En una vida con sentido cabe todo: el dolor, la pena, la alegría, el afecto, la ilusión… No te quedes en lo que hubiese podido ser, no sirve, no ayuda. Piensa en el amor que has tenido, en el que tienes y en el que tendrás. Si ahora cerraras los ojos y te vieras a ti misma con 30 años más, ¿qué le diría esa viejecita a la Marina que hoy eres? Mi viejecita, cuando cierro los ojos, me dice que esté tranquila, que todo pasa, que disfrute lo bonito de la vida.

4 comentarios:

  1. Gràcias Merçè por tu atenciòn.
    Me gustaria un dia poder llegar a pensar como me dices..y vivir y disfrutar....pero como podrè sin marc a mi lado?
    Entiendo como dices que tenemos 2 opciones,y has elegido y apostado por vivir con el dulce recuerdo de Ignaci yllevarlo siempre dentro de ti..yo también le llevo siempre conmigo pero de momento tengo mucho dolor....
    un abrazo.
    marina

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  2. Marina, el dolor forma parte de la vida y la muerte de un hijo duele mucho, tanto, que hemos de permitirnos sentir la alegría con la misma intensidad. El camino del duelo es largo y solo hace dos años que se fue Marc.Ten paciencia contigo misma, preciosa, y aprovecha todos los buenos momentos para crear armonía a tu alrededor, por ti, por Marc, por Sandra, por tu marido y por todas las personas que te queremos. No estás sola y seguro que los tuyos necesitan tu amor y tu alegría. No traicionas a nadie creando amor, al contrario, nos haces un bien a todos.
    Un abrazo grande y cálido,
    Mercè

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  3. Hola a todas ,que dolor, que vacío se queda en el alma cuando ves partir a tu hijo hacia el mundo espiritual...Mercé eres digna de admiración porque esto que todo mi ser siente desde que mi angel RAUL se ha ido el 12 de Abril del 2010 con 16 años,es como vivir mi propia muerte,no hay atajo posible,un pequeño rinconcito donde poder burlar a este inmenso dolor, donde este desconcierto deje una pequeña tregua a esta angustia, a esta opresión que se siente en el pecho todo el tiempo.Yo tan solo pido un poquito de paz para que este inmenso amor que siento hacia mi hijo muerto,le llegue al otro lado y que deje ya de verme llorar y llorar...Un beso y un abrazo desde el corazón. Marisol desde Elche.

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  4. Hola Marisol,

    Es muy reciente la muerte de tu hijo y la muerte de un hijo duelo mucho. Ten paciencia contigo misma, mímate todo lo que puedas y pide ayuda. Raúl está bien, eso seguro que lo sabes. Ahora te toca a ti aprender a vivir sin su presencia física. A él lo tienes, porque el amor es indestructible y eterno.

    Un abrazo grande, muy grande Marisol

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