sábado, 10 de abril de 2010

LA EXISTENCIA ES AMOR


¿Adónde van las personas que mueren? A cada uno nuestro corazón nos ofrece una respuesta, si lo escuchamos sin prejuicios. El mío dice que al morir despertamos en una realidad distinta, un lugar brillante, de colores intensos, que es posible recorrer solo con el pensamiento. Allí recobramos una destreza y una memoria antiguas. Como los actores al finalizar la obra, volvemos a ser lo que somos, lo que siempre hemos sido. Pero igual que ellos se enriquecen con la interpretación del personaje al que dan vida, el alma después de la muerte despierta engrandecida. Allí nos cae el velo de los ojos y comprendemos que la existencia es amor. Lo demás es decorado.

Por eso, aunque duele la añoranza de la ausencia, siento a mi hijo y a todos mis muertos vivos.

3 comentarios:

  1. El 11 de Abril del 92 nacio Fernando.Heran las 8 y veinte de tarde y yo nunca habia pasado tanto dolor. ¿Como puede doler tanto cuando nace un hijo? Entonces no himajinaba que aun duele mas cuando muere... cuando nacio fue dolor fisico que en un par de dias paso. pero este dolor que siento desde que murio no pasa
    ¿como calmar el corazon y el alma? T QUIERO NANDO. UN BESO DEL ALMA

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  2. La muerte de un hijo duele, duele muchísimo. El corazón y el alma se calman dejando salir nuestros sentimientos, sean los que sean, sin juzgarlos... y cuando emprendemos, al mismo tiempo, un camino largo de conocimiento interior, de aceptación. Con la intención puesta en volver a sentir el amor.Al menos eso es lo que a mi me ha servido.
    Un abrazo grande,
    Mercè

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  3. Gracias Merce por tus palabras, lo que me dices es cierto y se que por desgracia entiendes mi dolor.Aun no hace un año que Nando se fue.Hace poco y a la vez mucho tiempo.Siento mucho amor por Aitor,mi otro hijo, el me empuja a seguir.pero la mitad de mi corazon se fue con Nando.un beso Merce

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