Durante la primavera, las emociones despiertan alocadas, con ímpetu, como lo hace la propia vida. No es una estación fácil para las personas en duelo, ¿pero cuál lo es? Todas encierran recuerdos, días especiales, aniversarios… Quizá en primavera, cuando todo vuelve a nacer, la nostalgia de las ausencias se hace más presente. Mis primeras primaveras fueron duras, muy duras, como imagino lo son las de las madres y padres que empiezan ahora su camino de duelo. Por eso, me gustaría tomarles de la mano y susurrarles que todo pasa, que a los días negros les siguen otros mejores, que tengan esperanza, que no desfallezcan. Que la vida duele, sí, pero también es hermosa. A mi me encantaría dejar a todos los hijos de herencia la belleza. Que Jaume pudiera gozarla porque la ha visto en mis ojos. Porque sé que la dulzura que atesoramos alegra el alma de nuestros seres queridos muertos, acorta la distancia entre los dos mundos y es más fácil sentirlos en nuestros corazones.
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Hola Merce
ResponderEliminarSoy Susana la mama de Iraide.Que ciertas son tus palabras.Va a ser mi primera primavera sin ella.Ha sido la primera Semana Santa sin su presencia,sin su sonrisa.Hemos estado en Andorra,disfrutando los tres de las preciosas montañas nevadas,pero nos faltaba ella.Somos una mesa que le falta una pata y por mucho que intentamos mantenernos,caemos.Borja nuestro hijo nos ayuda por que es una bendición verle tan sano y tan contento cuando disfruta de nuestra presencia todo el día.Pero yo estoy decaida y profundamente triste y te agradezo infinitamente que me tiendas tu mano.
Un beso
querida Susana, mamá de Iraide y de Borja, dedícales todos los momentos buenos a tus hijos e intenta crear amor y armonía en tu casa. Sé que a veces faltan las fuerzas, pero tu intención ha de estrar puesta en volver a ser felices. Eso será fantástico para Borja y, no lo dudes, también para Iraide.
ResponderEliminarMi mano y mi corazón te acompañará siempre,
Mercè
Muchisimas gracias y un beso
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