sábado, 18 de abril de 2009

DÍAS MALOS (DIARIO)

22 de julio 2001

Estoy triste, sin ganas de nada. Muy cansada. Ayer me visitó Elisabeth. Tengo suerte de contar con ella; la acupuntura y su amistad me ayudan muchísimo. Me dijo que tengo el pecho cerrado de tanta tristeza y dolor. Que estoy estancada, que me cuesta avanzar, que estoy sujeta al pasado. La verdad es que no sé cómo romper el círculo del dolor. Estos días estoy llorando mucho. Eso creo que me va bien, me desahoga. Suspiro constantemente y a veces pierdo el control. Me desespero. No sé si esto está bien o mal, no quiero pensar. Supongo que forma parte del duelo.

Me dijo también Elisabeth que no me rebele más, que acepte mi vida tal como es. Estoy en ello. Da lo mismo que sea fácil o difícil. Lo que ya ha sucedido no lo puedo cambiar, pero me siento tan cansada!! Confio en las vacaciones, necesito recuperar energías, me cuesta incluso escribir.

Algún día encontraré sentido a todo esto. Mientras, todavía estoy dentro del temporal intentando mantenerme a flote. El dolor consume buena parte de mi vida, no puedo evitarlo. Me gustaría gritar alto y fuerte, hasta que el sonido rasgara el velo que sostiene la angustia, que la sujeta, que la mantiene dentro de mi. Necesito vaciarme para volver a empezar.

2 comentarios:

  1. Nunca imagine que encontraria a alguien que sintiera lo mismo que yo, el 28 de Diciembre el
    mar me arrebato a mi hijo de 18 años, un niño muy bueno y noble, estudioso y cariñoso conmigo soy madre soltera y siempre crei que educarlos seria una tarea dificil, hoy veo con tristeza que lo realmente dificil en esta vida es perder a quien mas se quiere en esta vida.
    Hoy trato de entender poque la vida me arrebata a mi padre, mi madre y mi hijo en un tiempo de cinco semanas seis dias entre cada uno y aun no encuentro una respuesta.
    No se como afrontar la realidad y creo que me voy a volver loca.
    Ruego a Dios me de la entereza para afrontar mi realidad para poder sacar adelante a mis otros dos hijos.

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  2. Es durísimo lo que estás viviendo y es difícil entender lo que nos sucede cuando estamos inmersos en el dolor. Ahora la vida te ha puesto en una encrucijada grande, grandísima: o decides seguir adelante o corres el riesgo de morir en vida. Si decides seguir, aunque te parezca que no vas a poder, podrás, aunque muchos días creas que te estás volviendo loca. Es normal sentirse así. Pide ayuda, porque vas a tener que hacer un trabajo personal inmenso para, con el tiempo, renacer.
    Escríbeme, por favor, siempre que lo necesites.
    Un abrazo enorme y lleno de amor,
    Mercè

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