sábado, 28 de noviembre de 2009

DEJAR SALIR LA RABIA

En los duelos severos se dispara la rabia. Hay que tener mucho cuidado con esta emoción porque suele ir disfrazada. Generalmente se esconde agazapada detrás de la pena y aparece enfurecida cuando menos te la esperas. Cuanto más silenciosa, más radioactiva, más hiere a los que amamos, más veneno destila. ¿Qué hacemos con ella, con ese enfado tan grande que incluso puede matarnos? En primer lugar hay que reconocerla, luego hay que pasar a la acción y buscar un terapeuta que nos ayude a liberarnos de ella. En casa, yo he golpeado colchones hasta casi desfallecer y he gritado hasta quedarme sin voz, y me ha ido bien, pero no empecé a sentirme más ligera hasta que no me puse en las manos de varios especialistas en tratar emociones. Cada uno encuentra los suyos. Hay muchas terapias que curan el alma.

5 comentarios:

  1. Mercé, es una alegría haber encontrado tu blog.Al leer tus palabras y vislumbrar tu corazón lo siento hermanado con el mío. Le haré saber de tu blog a todas las personas que transitan la pérdida de un hijo. Te invito a visitar el mío.
    Un cálido abrazo!

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  2. Hola Victoria, he entrado en los blogs que participas y ha sido un placer. ¿Puedes mandarme la dirección del tuyo?

    Un abrazo fuerte,

    Mercè

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  3. www.conlospiesdesnudos.blogspot.com
    Otro abrazo!

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  4. Gracias Victoria. Me ha encantado tu blog. Lo he puesto en mi lista de favoritos y lo seguiré con interés. ¿Se publican tus libros en España, puedes darme el nombre de la editorial y tu mail?

    Un abrazo,

    Mercè

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  5. Gracias Mercé. Mi mail es serenvickity@hotmail.com
    Nos mantenemos cerca. Un fuerte abrazo!

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