A veces me imagino que, como un árbol grande, de mis pies salen raíces tan fuertes y profundas que llegan hasta el mismo centro de la Tierra. Me mantienen erguida cuando hay tormenta y me nutren con la savia que da vida a todo lo que florece. Así, bien sujeta, me siento segura como un bebé en brazos de su madre. Si quiero llorar, lloro, porque la vida me mece, me sostiene y me une a infinidad de corazones. Cuando me siento confiada y querida me alejo del ajetreo del día a día y me permito relamer mis heridas… y recuerdo. He vivido tiempos dolorosos, imborrables, que son tan míos como el aire que respiro. Pero cuando hago recuento de los 53 años transcurridos, no puedo hacer más que agradecer el amor que he recibido. Sin cada una de las personas que se han cruzado en mi camino no sería la que soy, ni hubiese andado lo andado. Todos me han ofrecido regalos, aunque a algunos, al principio, los veía como enemigos. ¡Cuánto nos cuesta ver más allá de los prejuicios, de las apariencias, de las etiquetas! Yo nací inflexible y la poca flexibilidad que he ganado se la debo enterita a esas personas que tanto me han costado. Ahora puedo mirarlas a los ojos con cariño porque sé que son y han sido mis verdaderos maestros. Lo mismo me ocurre con las adversidades. Sin ellas y, sobre todo, sin el golpe seco, insoportable, terrible que me produjo la muerte de mi hijo no hubiese descubierto en mí la valentía ni la fuerza del amor. Durante estos 12 años, después de quedar sin nada, hundida y desnuda, he ido re-construyendo mi vida y puedo asegurar que es posible esperar con ilusión un nuevo día, aunque a veces, como hoy, me sienta triste. Porque mi tristeza es dulce, la herida que lamo es rosada, nada tiene que ver con la desesperación de los primeros tiempos. Merece la pena seguir adelante porque ahora sé que la alegría forma parte de mí, está en cada uno de nosotros.
lunes, 27 de diciembre de 2010
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ResponderEliminarBuenas noches, Merce
ResponderEliminarsoy Ana he leido todo tu blog, comentarios incluidos y también he leído tu libro.......leo el blog de renacer, vamos a un psicólogo y dentro de una semana iremos también a un grupo de ayuda mutua, todo esto se debe a que mi hermano murió hace dos meses en un accidente de moto, fue todo muy traumático........y a día de hoy estamos todos destrozados, sobre todo mis padres y yo.
El sábado 23 de Octubre comimos en casa de mis padres, y celebramos mi cumpleaños que había sido el 21 de Octubre.Después de comer mi novio y yo nos fuímos a mi casa y mi hermano y su novia a la suya, pasó la tarde llegó la noche y nos acostamos y a las 3 de la mañana llegó la fatídica llamada, mi cuñada me llamó llorando y yo oía a mi madre de fondo gritando, la policia había ido a casa de mis padres a decirles que mi hermano había tenido un accidente con la moto y que se lo habían llevado al hospital, pasaron a recogerme y nos fuímos todos para el hospital, nada más llegar nos dijeron que estaba muy grave que llevaba un golpe en la cabeza muy fuerte y que la cosa no la veían nada bien, duró 24h, tendrías que haberlo visto Mercè en la UCI igual de guapo que siempre y con un poquito de inflamación en el lado izqdo. de la cara, yo sólo le pedía "tete despierta y vámonos a casa, por favor", pues no despertó, 25 años tenía, todavía me cuesta hablar en pasado porque para mí y para mis padres existirá siempre, pero que dolor se siente, esto es horrible mi madre lleva 2 meses en estado vegetativo, desde que enterramos a mi hermano mi novio y yo estams viviendo con ellos, porque mi madre no puede cocinar, está muy mal, yo lloro con ella y hablamos mucho pero es que no tenemos consuelo, es tan duro renunciar a alguien al que adoras, siendo tan joven y tan repentinamente.He leido mucho sobre ti y sobre lo que escribes y espero algún día ver a mi madre así, porque aunque nos pasamos horas leyendo sobre el tema, seguimos destrozadas, yo te agradecería unas palabras de consuelo porque aunque la que escribo soy yo ella está a mi lado.
Un beso, con mucho cariño
Hola Ana,
ResponderEliminarEs normal que tu madre esté mal, no te asustes. Yo estuve en estado vegetativo unos tres meses, cada cual necesita el tiempo que necesita. A vceces llegué a pensar que me volvería loca, también eso es normal.
Vais a tener dos vidas: la de antes y la que empieza ahora. De momento el dolor lo impregna todo, pero hay chispitas de amor, destellos de luz que hay que ir haciendo grandes por pequeños que sean. Lo que quiero decir es que s horrible acostarse y es horrible levantarse pero, entre medio, algunos días, es posible sentir el amor en estado puro, aunque este sentimiento dure segundos. De ese día hay que quedarse solo con esos segundos, pensar constantemente en esos segundos y no ir dando vueltas a los pensamientos horribles que nos acechan.
Hay que vivir el dolor, sin esconderlo –tú tampoco escondas el tuyo, cielo-, con el convencimiento puesto en querer estar bien. Claro que tu madre en algunos momentos querría cerrar los ojos y desconectar para siempre, pero, a mi entender, esta no es la solución. Primero por ella, después porque ahora tiene la oportunidad de enseñarte a ti que después de un golpe durísimo es posible levantarse y luego porque tu hermano, su hijo, necesita que ella aprenda a vivir para sentirse plenamente feliz allá dónde está. La energía no se crea ni se destruye y la muerte es solo un paso más. El cuerpo muere, sí, pero no la energía, el alma o como queramos llamarle. Él os está enviando fuerza, os sigue queriendo igual, pero no puede volver, eso no se lo pidáis. Es imposible. Os tendréis que acostumbrar a vivir sin su presencia física. Cuanto más amor consigáis sentir, más cerca de él estaréis.
Recuerdo que cuando yo lloraba desconsoladamente le decía a Ignasi, mi hijo, “cariño tú no te entristezcas, no lloro por ti, lloro por mi, porque todavía no sé vivir sin verte ni abrazarte, porque tengo miedo, porque no sé como salir adelante, pero tú no te preocupes que aprenderé. Cueste lo que cueste aprenderé”. Porque por nada del mundo quiero que mi hijo se sienta mal por mi. Él vivió aquí lo que tenía que vivir, nadie vive un minuto más o un minuto menos de lo que está pactado, nada ni nadie nos ha quitado nada. La vida es así. Eso es lo que yo creo, que tenemos un tiempo programado para aprender, lo que venimos a aprender y que cuando ya lo hemos aprendido nos vamos.
Ana, yo sé que ahora tú estás pendiente de tu madre, día y noche, incluso cuando no estás con ella. Pero también tienes que darte permiso para derrumbarte, por eso te será de gran ayuda acudir a terapia, sea la que sea. Has perdido a un hermano de forma repentina, cuando en apariencia no tocaba, y ves a tus padres derrumbados como nunca antes los habías visto. Eso es mucho. Todos en casa vais a tener que trabajar, los grupos de duelo son un gran consuelo para muchas personas, ir a terapia también puede serlo, aprender yoga para calmar la mente seguro que os hace bien… Poco a poco iréis viendo lo que más os reconforta. Sin prisas, pero sin pausas, a vuestro ritmo, iréis encontrando el camino de la calma, la alegría y la felicidad. No os voy a engañar, vosotras ya os podéis imaginar que el recorrido es largo, pero al final del túnel vais a renacer y tenéis la posibilidad de vivir de forma más auténtica y amorosa a partir de ahora.
Por favor, escribirme siempre que queráis. Ahora sé que estáis perdidas, pero no estáis solas.
Un abrazo grande y muy, muy cariñoso para las dos
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ResponderEliminarHola quería decirle a Ana y sus padres,que les mando todo mí cariño y mí amor,yo tambien perdi a mí hijo Christan el 21 de agosto, a los 21 años, y que le seguimos echando de menos todos los días,tambien tengo otra hija,que esta pasando por lo mismo que tú,nosotros estamos yendo aun grupo de duelo desde septiembre, y nos va muy bien,nuetros hijos y familiares que ya se han ido,estoy segura,que siempre estan con nosotros, muchos besos y abrazos para todas las personas que estamós pasando un duelo.
ResponderEliminarHola Ana, soy Mirella, perdí a mi hijo Alvaro de 15 años de forma repentina el 20 de octubre del 2008, para una madre es algo durisimo, yo tengo otro hijo, y con todo el dolor, sé que mi hijo Alvaro me está mandando fuerzas, era una personica extraordinaria, mucha fuerza para tu madre y para tí, daros mucho tiempo. Yo me siento mejor cuando con personas que han pasado por mi misma situación, quiere uno desaparecer, pero no puede ser, ahí que seguir luchando por lo que nos ha quedado aquí. Mercé es una persona estupenda. Muchos besos
ResponderEliminarHola mirella, todo el mundo dice que con el tiempo el dolor se va mitigando, pero como dice mi madre..es muy triste ver cual es el final, VIVIR SIN ÉL, aprender a vivir sin él, aquí nada nos devolverá al hijo, o hermano.....encontrarse mejor no significa que todo volverá a ser lo mismo, es durísimo esto que nos ha pasado, para mí es inevitable sentirme en otro mundo, yo salgo a la calle solo para ir a trabajar y de vez en cuando para comprar y me siento de otro mundo, veo a la gente feliz o debe ser que yo estoy tan triste que todos los demás me parecen felices, y mi madre no sale a la calle, siente temor hasta de asomarse a la ventana, en estos dos meses mi padre y yo solo hemos conseguido que saliera a la calle dos noches a eso de las 0:30 a pasear a la perra que tenía mi hermano y que ahora cuidamos nosotros, y el paseo sólo lo ha aguantado 10 min.
ResponderEliminarMirella, sentimos mucho también lo de tu hijo, mi madre y yo también te mandamos mucha fuerza y un gran abrazo.
Hola de nuevo Ana. Te escribo otra vez para que veas que no estás sóla. Entiendo lo que dices en cada palabra, por eso sé que a veces una necesita saber que no está loca, que lo que siente, desgraciadamente, también lo sienten y entienden otras personas.
ResponderEliminarEn otro comentario te he contado lo de mi trabajo. Aun me cuesta ir cada día. No estoy allí, es como si el cuerpo funcionara por inercia. Te sientes que actuas. Sólo eres tú cuando llegas a casa y puedes sentir libremente tu dolor, sin tener que fingir que tu vida sigue, porque NO sigue.
Aquella vida se acabó aquel día. Ahora lo único que puedes hacer son dos cosas: o dejarte y volverte loca, o intentar construir otra nueva. Obviamente lo que tu cabeza y tu cuerpo te pide es lo primero, el dolor es tan grande que no quieres seguir ¿para qué? si mi hermano ya no está, ¿y todas las cosas que tenía que hacer con él?.
Todo el mundo te dice que sigas, que la vida es dura pero hay que vivirla, que una puerta se cierra y otra se abre...pero eso no tiene sentido ¿cómo te olvidas de una vida y empiezas otra nueva? Siempre hay conexiones y esas son las que duelen de verdad, las ausencias... Yo todavía entro al cuarto de mi hermano buscando su olor, me hace falta...
Además, cuando sales a la calle ODIAS cada piedra, cada árbol, cada persona... por no desintegrarse, marchitarse, morirse... ¿cómo sigue girando el mundo si mi hermano no está? Pues no lo sé, la verdad, pero no se detiene por nada ni nadie.
Por eso intento pensar en la segunda opción, imagino que en algún momento, cuando nos vayamos nosotros también, igual descubrimos el por qué de todo esto. Es por eso que tenemos que intentar construir otra vida donde puedas aprender algo. Es que, si no es así, yo no encuentro sentido a todo esto ¿para qué vivimos? ¿para morirnos y ya está?...
Además, nuestras vidas también se unen en otro punto. Mi hermano también nos ha dejado a Barny aquí, su perro. Y ese, aunque tu madre no lo vea ahora, es un pequeño motivo para seguir, es algo que él amaba y tenemos que seguir amándo por él. Es una manera de obligrase a salir, poco a poco, de construir algo de la nada... Pero, como te he dicho en otro sitio, cada uno necesitamos seguir y parar a un ritmo, no todos aguntamos corriendo igual...
En fin, sólo quería decirte que entiendo cada palabra que escribes. Que yo tampoco entiendo nada. Que siento rabia, culpa, dolor ... pero también es verdad que la gente sale de esto, no sé cómo, pero lo hacen, y Mercè es un gran ejemplo.
Un abrazo muy fuerte para tod@s.
hola, mira, la semana pasada asesinaron a mi tio de 36 años, porque la situacion de inseguridad de este pais (colombia), es algo que toca a todas las personas, y esta vez le toco a mi familia, con la muerte de él, a causa de un robo. mi abuela tiene 60 años, sufre del corazon, ella ha sido muy fuerte, pero yo sé que esta muy mal, que me puedes recomendar para ayudarla?
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